El municipio japonés de Takeo ha decidido cerrar su web y sustituirla por una página en Facebook con sus correspondientes secciones de “Impuestos”, “Trabajo”, “Noticias”, “Turismo”, “Subvenciones”, “Contratos públicos” o “Utilidades”. Creo que es el primer caso de este tipo que se produce en el mundo, aunque ya había anteriormente un periódico local que había hecho algo parecido. Las ventajas son obvias: menores costes (solo les ha costado 8.200 dólares), mayores posibilidades de interacción con sus vecinos con identidades reales y gran capacidad de viralización de todo lo que ocurre en el municipio.

Sin embargo, creo que hay razones muy poderosas para no dar este paso:

– No conviene poner todos los huevos en una sola cesta. Facebook hoy es la principal red social pero el éxito de Google+, que en pocos días captó 20 millones de usuarios, demuestra que mañana todo puede cambiar. Lamentablemente, si mañana quieres mover tus datos de Facebook a otro sitio, no existe otra opción que hacerlo mensaje a mensaje. Facebook no facilita precisamente estas migraciones.

No se puede confiar 100% en Facebook. Es una empresa que hasta ahora no se ha caracterizado precisamente por su buen trato al usuario, al que ha menospreciado en innumerables ocasiones. Su estructura accionarial es oscura, no reporta sus datos contables al público, ha cambiado sus condiciones legales e incluso su tecnología con excesiva frecuencia y tiene su sede en otro país, con una regulación distinta. Son demasiadas limitaciones.

– Las páginas de Facebook tienen muchas limitaciones. Sirven para publicar artículos con fotos y vídeos y para comentarlos y para poco más. Su diseño apenas se puede alterar.

– Una web de un ayuntamiento sirve para muchas más cosas que para hacerse fan. Todas las transacciones tendrían que pasarse a Facebook y eso implica un importante reto tecnológico. Es cierto que están apareciendo pequeñas aplicaciones que permiten hacer más cosas (por ejemplo, comprar), pero Facebook tiene la costumbre de cambiar su tecnología con demasiada frecuencia.

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