San Sebastián, capital europea de la Cultura 2016

San Sebastián ha sido anunciada hoy como la ciudad merecedora del título de Capital Europea de la Cultura en 2016.  Tras las debileraciones de los trece expertos del Ministerio de Cultura español junto con diversas instituciones europeas, el presidente del Comité de Selección Manfred Gaulhofer, junto con la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde y la representante de la Cominisión Europea Ann Branch, han anunciado que será la la capital guipuzcoana quien comparta la capitalidad con la polaca Wroclaw.

Córdoba, Burgos, Segovia, Las Palmas y Zaragoza eran las otras aspirantes españolas, que se quedan con la miel en los labios esta vez.

Ayer, distintos representantes culturales y los alcaldes entrantes y salientes de Las Palmas, San Sebastián, Córdoba y Burgos presentaron sus proyectos en Madrid ante la comisión de la capitalidad cultural y hoy lo hacían Segovia y Zaragoza. A las 17.00 horas ha comparecido el presidente del Comité de Selección, Manfred Gaulhofer con el veredicto final. El nombramiento formal de la capitalidad cultural se realizará en mayo de 2012 cuando el Consejo de Ministros de la Unión Europea lea oficialmente las proclamaciones. La Capitalidad Europea es un título que concede anualmente y desde el año 1985 el Consejo de Ministros de Cultura europeo a dos ciudades del viejo continente para resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de las culturas europeas.

El alcalde de San Sebastián,Juan Karlos Izagirre, ha asegurado que la candidatura de esta ciudad “va a reforzar el proceso de paz”en el País Vasco porque se encuentran “en un proceso de normalización política que no tiene vuelta atrás”.

En Córdoba era una de las preferidas, donde se vendía la capitalidad cutural como “una gran oportunidad para Europa”, según el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien, además, ha defendido la ciudad como “modelo de convivencia pacífica, de diálogo y comunicación entre credos y culturas que representa”.

El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, se mostraba esperanzado en conseguir la capitalidad cultural y vaticinó que ello supondría “un antes y un después” para la ciudad.