El ránking de ciudades del mundo con mayor proyección, que todos los años elabora la consultora PriceWaterhouseCoopers analizando 36 metrópolis, sitúa a Madrid en decimoquinta posición. Se trata de una clasificación que toma en cuenta capital intelectual e innovación, preparación tecnológica, transporte e infraestructuras, sanidad y seguridad, sostenibilidad, influencia económica, facilidad para hacer negocios, coste de vida demografía y habitabilidad, y estilo de vida.

De las diez variables analizadas, la capital española destaca muy positivamente en tres de ellas: influencia económica, sobresale en transportes e infraestructuras y en demografía y habitabilidad, capítulos en los que alcanza la quinta posición. Si solo se toman en cuenta las variables económicas, Madrid es la quinta, solo por detrás de Londres, París, Nueva York y Hong Kong.

The quiet contender, o el competidor silencioso es el sobrenombre que ha recibido la Ciudad de Madrid por los autores del estudio. ¿La razón? Lo aparentemente inesperado de su posicionamiento económico, quinto de la lista, que refuerza el argumento de haber conseguido especializarse con fortaleza en servicios avanzados de primer nivel en la escena internacional.

Entre los indicadores utilizados para determinar la posición, se encuentra el número de sedes de grandes empresas que alberga; población empleada en servicios financieros y de negocios, aspecto en el que Madrid es la segunda ciudad del mundo, tras Londres; atracción de nuevos proyectos de inversión (novena posición); atracción del capital de inversión, protección de los accionistas y fortaleza de la moneda local.

También se tiene en cuenta en la fijación del puesto, el nivel óptimo de inflación (noveno puesto) o la capitalización del mercado doméstico, donde Madrid se sitúa en el decimosegundo lugar. Quinto puesto también y otro de los pilares que apuntalan la buena posición madrileña, subrayada por indicadores como el acceso al aeropuerto, la actividad aeroportuaria o la cobertura del transporte publico.

Las variables en las que peor se posiciona la capital española son reciclaje de residuos (puesto 22); impacto del panorama urbano/perfil de ciudad e imposición total, (puesto 21); preparación tecnológica (puesto 19); dificultades para hacer negocios y entorno para el emprendimiento (ambos en el 18).

Las dificultades para hacer negocios, están determinadas, según el estudio, por indicadores como la facilidad para emprender un negocio (25); facilidades para contratar (también en el 25): rigidez de horarios en el trabajo (17) o facilidades de despido (16). En cuanto a Preparación tecnológica, (puesto 19), los indicadores más negativos son el acceso a Internet en las escuelas (puesto 20), la calidad de la banda ancha (18) y la economía digital (16).

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